Alfombra: qué elegir y cómo cuidarla

La alfombra le da al interior un ambiente acogedor, estilo y lo hace único. Al mismo tiempo, mejora perfectamente la estética de las habitaciones, lo que lo convierte en una decoración perfecta. También es un accesorio funcional que protege el suelo y reduce los sonidos no deseados. Calienta el espacio y te hace sentir como en casa incluso en una habitación vacía. A continuación, te decimos qué alfombra elegir y cómo cuidarla adecuadamente.

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Alfombra: qué elegir y cómo cuidarla

Antes de decidirse a comprar una alfombra, debe considerar cuidadosamente no solo el color y la textura, sino también el material del que estará hecha. Esto definitivamente afectará su cuidado y funcionalidad en un interior dado. Puedes elegir una alfombra diferente cuando haya niños o mascotas en la casa. Otro para el baño y otro para el salón.

Al realizar una compra, vale la pena familiarizarse con la calidad de la alfombra seleccionada, para que sirva durante años. El parámetro más importante es el número de puntos o el llamado racimos por metro cuadrado. Por supuesto, cuanto más de ellos, mejor será la calidad. Las alfombras lisas costarán alrededor de 150-500 mil por 1 m2, lo que significa que son suaves y con un patrón claro. Por otro lado, las alfombras densas de seda o viscosa tienen dos millones de puntos, y su patrón puede incluso parecerse a una pintura pintada. Es difícil encajar una gran cantidad de nudos en alfombras de fibra gruesa. También son más pesados que los anteriores. Pero vale la pena señalar que cuanto más pese, más masivo será, y esto lo hará más suave y, como resultado, de mejor calidad.

La calidad de una alfombra determinada también depende del tipo de fibra con la que esté hecha. Distinguimos natural - lana, seda, algodón y artificial - acrílico, viscosa, polipropileno y otros.

Aparte de las múltiples ventajas de las alfombras, cabe recordar que en su superficie se acumula suciedad, migas, microorganismos, arena, pelos e incluso hongos y moho. Por eso es tan importante el cuidado adecuado. Asegura no solo una apariencia hermosa, sino sobre todo higiene y limpieza. Esto es especialmente importante cuando hay niños pequeños o personas con alergias en casa.

¿Qué recordar al elegir una alfombra?

Elegir la alfombra adecuada para la habitación. Hazlo coincidir exactamente en tamaño. Considere también de qué color debe ser, porque las alfombras oscuras y grandes reducen ópticamente la habitación. Se puede obtener un mejor efecto al comprar dos más pequeños, especialmente cuando el apartamento tiene un lindo piso de madera, que no debe estar completamente cubierto. Los colores brillantes alegrarán efectivamente el espacio.

Las alfombras multicolores y con muchos estampados funcionarán mejor en un interior clásico con muebles enchapados y rodeados de cortinas y materiales de tapicería lisos y uniformes. Por otro lado, una alfombra uniforme enfatizará perfectamente un sofá estampado y ampliará ópticamente el espacio.

Para las mascotas, es mejor evitar las alfombras de pelo alto, ya que deben limpiarse con más frecuencia. Una alfombra de pelo corto y sin flecos será perfecta cuando tengas un perrito en casa, ya que suele gustarle mordisquearlo. Con una alfombra de este tipo, vale la pena comprar un accesorio especial para una aspiradora y un batidor.

Cuando hay niños en casa, vale la pena invertir en una alfombra con tapete antideslizante. Esto evitará que los miembros pequeños de la casa se resbalen.

Limpieza de alfombra

Una vez que haya elegido la alfombra adecuada para usted, vale la pena familiarizarse con su cuidado. Depende del tipo de material. Puede haber una variedad de eliminación de manchas, limpieza, agitación o lavado. Lo que siempre se debe hacer es aspirar la alfombra, y vale la pena lavarla una o dos veces al año. Por supuesto, las manchas frescas o la suciedad deben limpiarse inmediatamente. La base es secar suavemente la mancha, y luego, usando toallas de papel y un paño, quitar la mancha, pero de tal manera que no se frote aún más en la alfombra.

Lo mejor es lavar la alfombra con detergentes destinados al lavado de alfombras, adaptados a los materiales de los que están hechas. Puede ser un polvo o líquido especial que debe usarse de acuerdo con las instrucciones del paquete. Sin embargo, son agentes altamente efectivos, por lo que antes del primer uso es bueno aplicar la preparación a un fragmento del material y ver cuál es la reacción, si no hay decoloraciones o la estructura de las cerdas ha cambiado.

También puedes utilizar remedios caseros como quitar las manchas con lavavajillas o jabón líquido. Una mezcla de bicarbonato de sodio, vinagre y agua caliente funcionará para la suciedad seca. Así mismo, eliminará eficazmente los olores desagradables.

El lavado de alfombras se puede facilitar con el equipo apropiado, por ejemplo, una aspiradora de alfombras, que eliminará de manera efectiva toda la suciedad y refrescará la alfombra.

Impregnación

Después de limpiar la alfombra, vale la pena volver a impregnarla. Los agentes de limpieza eliminan eficazmente la capa de impregnación aplicada por el fabricante. El proceso consiste en aplicar un filtro fino para evitar que la suciedad y el polvo penetren profundamente en la alfombra.

Lo más fácil de mantener limpio

Las más fáciles de limpiar y más recomendadas para interiores son las moquetas de pelo corto, no demasiado gruesas, con revestimiento de silicona y de alto gramaje. Esta elección asegurará que no se resbale en el piso y que sea fácil de aspirar o transportar. El gramaje adecuado también asegura la resistencia a varios tipos de deformación. Una alfombra con una pila gruesa y larga es el trabajo más importante. Aunque es esponjoso y se ve hermoso, es un lugar ideal para recoger toda la suciedad del apartamento.

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