Los botones de tu estufa están grasientos y pegajosos. Límpialos sin esfuerzo para que vuelvan a lucir como nuevos.

Cocinar en casa puede ser una experiencia gratificante, pero también trae consigo el inevitable desorden en la cocina. Las salpicaduras de aceite, la grasa y los restos de comida tienden a acumularse en las superficies de la cocina, y los mandos de la estufa son especialmente vulnerables a esta acumulación. Debido a que están ubicados directamente en la zona de salpicaduras, los mandos suelen volverse pegajosos y grasientos con el tiempo, lo que no solo afecta su apariencia, sino también su funcionamiento.
Si tus mandos están pegajosos o llenos de grasa, no te preocupes. Con un proceso de limpieza sencillo y algunos consejos prácticos, podrás restaurarlos para que luzcan y funcionen como nuevos. A continuación, encontrarás una guía paso a paso para limpiar eficazmente los mandos de la cocina y recomendaciones para mantenerlos impecables por más tiempo.
Guía Paso a Paso para Limpiar los Mandos de la Cocina
1. Retira los mandos de la cocina
El primer paso es desmontar los mandos de la estufa. La mayoría de los mandos están diseñados para desprenderse fácilmente cuando se tiran suavemente hacia afuera. Si sientes resistencia, consulta el manual de instrucciones de tu estufa, ya que algunos modelos incluyen un sistema de seguridad o un método específico para retirar los mandos.
Si los mandos están muy ajustados, intenta girarlos ligeramente mientras tiras hacia afuera para facilitar su extracción.
2. Prepara una solución limpiadora
Llena un recipiente o el fregadero con agua tibia y añade unas gotas de detergente desengrasante para platos. Mezcla bien para que el jabón se disuelva completamente en el agua.
Coloca los mandos en la solución y déjalos en remojo durante 20 a 30 minutos. Esto ayudará a que la grasa y la suciedad acumulada se desprendan con mayor facilidad.
3. Limpia la superficie de la cocina
Mientras los mandos están en remojo, aprovecha para limpiar la superficie de la cocina. Usa una esponja o un paño humedecido en la misma solución de agua y jabón para limpiar la zona donde se encuentran los mandos.
Presta atención a las ranuras y los bordes donde suele acumularse grasa y restos de comida. Si la suciedad está muy adherida, puedes usar un cepillo de dientes viejo o una esponja suave para frotar con más precisión.
Si hay grasa difícil de remover, una mezcla de bicarbonato de sodio y agua funciona muy bien para descomponerla. Aplica la mezcla, deja actuar unos minutos y luego frota suavemente.
4. Cepilla los mandos para eliminar la grasa
Después de remojar los mandos, usa un cepillo de dientes viejo o una esponja suave para frotar cada mando.
- Asegúrate de llegar a las ranuras y esquinas donde la grasa tiende a acumularse.
- Si los símbolos o marcas de los mandos están impresos, evita frotar con demasiada fuerza para no borrarlos.
- Para la grasa persistente, aplica una pasta de bicarbonato de sodio y agua directamente sobre las áreas afectadas. Deja actuar durante 5 a 10 minutos y luego frota suavemente.
5. Enjuaga los mandos con agua limpia
Una vez que hayas terminado de frotar los mandos, enjuágalos bien con agua limpia para eliminar cualquier residuo de jabón o bicarbonato.
Asegúrate de eliminar por completo cualquier resto de detergente, ya que, si queda algún residuo, podría hacer que los mandos queden pegajosos nuevamente después de secarse.
6. Seca completamente los mandos
Usa un paño seco y suave para secar cada mando con cuidado.
- Si los dejas secar al aire, podrían quedar manchas de agua o marcas de cal, por lo que es mejor secarlos manualmente.
- Asegúrate de que estén completamente secos antes de volver a colocarlos en la estufa para evitar la acumulación de humedad o el desarrollo de óxido.
7. Elimina la suciedad persistente con bicarbonato de sodio
Si después de todo este proceso los mandos todavía tienen grasa o suciedad adherida, prepara una pasta con bicarbonato de sodio y un poco de agua.
- Aplica la pasta directamente sobre la suciedad y deja actuar durante unos 10 minutos.
- Usa un cepillo de dientes o una esponja para frotar suavemente y enjuaga con agua limpia.
- El bicarbonato de sodio es un limpiador natural muy efectivo para descomponer la grasa sin dañar las superficies.
8. Vuelve a colocar los mandos
Una vez que los mandos estén completamente secos y limpios, colócalos nuevamente en su posición original.
- Alinea correctamente las ranuras o los clips y presiona firmemente hasta que encajen en su lugar.
- Gira los mandos para comprobar que estén bien ajustados y que funcionen correctamente.
Consejos para Mantener los Mandos de la Cocina Limpios
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Limpieza frecuente: Después de cocinar, pasa un paño húmedo sobre los mandos para eliminar cualquier resto de grasa o comida. Esto evitará que la suciedad se acumule con el tiempo y reducirá la necesidad de limpiezas profundas.
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Evita productos agresivos: No uses productos químicos abrasivos o limpiadores con base de alcohol, ya que pueden dañar la superficie de los mandos y borrar las marcas o símbolos.
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Usa vinagre para eliminar la grasa: Si la grasa está muy adherida, mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua. Rocía la mezcla sobre los mandos y deja actuar durante 5 minutos antes de limpiar. El vinagre ayuda a descomponer la grasa y deja los mandos brillantes.
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Protección adicional: Si cocinas con frecuencia, considera usar protectores de silicona o plástico para los mandos. Estos protectores son fáciles de quitar y lavar, lo que facilita el mantenimiento regular.
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Evita el exceso de agua: No sumerjas los mandos durante demasiado tiempo en agua, ya que algunos modelos tienen componentes internos que podrían dañarse con la humedad.
¿Por qué es importante limpiar los mandos de la cocina?
Mantener los mandos de la cocina limpios no solo mejora la apariencia de tu cocina, sino que también ayuda a prolongar la vida útil de la estufa. La acumulación de grasa y suciedad puede hacer que los mandos se atasquen o dificulten el encendido y apagado de los quemadores.
Además, la grasa acumulada puede atraer insectos y bacterias, afectando la higiene general de tu cocina. Una limpieza regular evitará que estos problemas ocurran y te permitirá mantener tu cocina en las mejores condiciones.
Conclusión
Con este método de limpieza y los consejos adicionales, tus mandos de cocina quedarán impecables y funcionarán perfectamente. La clave para mantenerlos en buen estado es la limpieza frecuente y el uso de productos adecuados para eliminar la grasa sin dañar las superficies. Si sigues estos pasos de manera regular, tu cocina lucirá más ordenada y limpia, y los mandos funcionarán como nuevos por mucho más tiempo.
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