Cómo hacer torta de manzana haragana o con fiaca ¡tira todo y al horno!

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos anhelado algo exquisito y endulzado, aunque la magia se desvanece cuando las recetas se tornan en complicados laberintos o abrazan un exceso de ingredientes. Por tal razón, en este momento te llevaré de la mano para descubrir el arte de confeccionar una tarta de manzana de simplicidad embriagadora, capaz de acariciar tanto el desayuno como la pausa de la tarde.
Para crear esta exquisita delicia, necesitaremos:
Ingredientes
- Cinco manzanas verdes jugosas.
- El jugo y la ralladura de un limón fresco.
- Una porción de 100 gramos de mantequilla cremosa.
- 125 gramos de harina 0000, la más fina y delicada.
- Otros 125 gramos de avena semi fina para darle un toque especial.
- Un cuarto de kilo de azúcar para el dulzor perfecto.
- Un huevo fresco, el ingrediente que une todos los sabores.
- Una pizca de canela, la magia aromática.
Elaboración:
- Comienza pelando las manzanas, procurando cortarlas en finas láminas, y disponlas en una bandeja lista para el horno. Luego, espolvorea sobre ellas el toque mágico de limón y canela.
- En un recipiente aparte, conjura una mezcla con la harina, la avena semi fina, el azúcar y el huevo hasta que se fundan en una danza armoniosa.
- Deja reposar en el frío santuario de la nevera durante 25-30 minutos, antes de extender esta creación sobre las rodajas de manzana, como un manto que las envuelve en su cariño.
- Derrite la mantequilla, deja que repose un poco para que sus poderes se calmen y extiéndela con gracia sobre toda la superficie.
- Ahora, precalienta el horno a 180 °C y deja que esta maravilla se funda y se entremezcle durante 35-40 minutos.
Y así, habrás conjurado un postre celestial, listo para compartir con amigos en una tarde de risas o para regalar a la familia en un momento de amor compartido. ¡Que el festín comience!
Además de exquisita te brinda muchos beneficios
Este postre posee un encanto especial, puesto que guarda consigo todos los dones de la manzana. Descifremos estos regalos que te brinda:
Su esencia es acuosa, una hidratación mágica que abarca cerca del 80% del producto.
Con su rica dosis de potasio, se convierte en un elixir diurético que desafía la retención de líquidos y ahuyenta los molestos calambres.
Contiene las vitaminas del grupo E, valientes antioxidantes que escudan las células de los asaltos de los radicales libres.
Es una aliada en la lucha por mantener la danza de azúcares en sangre en equilibrio, una bendición para los corazones diabéticos y un escudo contra la posible intrusión de la enfermedad.
Sus fibras, solubles e insolubles, facilitan la digestión y combaten con valentía el estreñimiento.
Los fitoquímicos y ácidos orgánicos que esconde en su esencia desafían al colesterol malévolo, erigiéndose como guardianes de los corazones y sus latidos.
Y para colmar el elenco de virtudes, su naturaleza antibacteriana y antiinflamatoria se alza como un escudero infalible contra los enemigos de la piel y el rostro.
En cualquiera de sus formas, la manzana se erige como un compendio de bienestar que merece ser parte de nuestra rutina diaria. Y no olvidemos que su piel, resguarda los tesoros más preciados de este fruto.
Deja una respuesta